El alojamiento del estudiante se realiza en una familia irlandesa cuidadosamente seleccionada, donde la figura clave para la adaptación del alumno es la madre irlandesa. Las familias pueden estar compuestas por matrimonios con o sin hijos, señoras viudas o separadas con o sin hijos, y en algunos casos los hijos pueden ser pequeños o ya no vivir en casa.

Nuestra experiencia nos ha demostrado que el bienestar de nuestros alumnos no está determinado por la estructura familiar, sino por la cálida acogida, la integración y el trato amable que ofrecen nuestras familias. El participante se integra como un miembro más, compartiendo el día a día, aprendiendo sobre la cultura irlandesa, colaborando en las tareas del hogar y participando en las celebraciones familiares. Una vez superado el proceso de adaptación, los participantes se sienten como en casa.

Es importante destacar que las familias irlandesas, debido a motivos culturales y climáticos, suelen pasar más tiempo en casa durante los fines de semana que una familia española. Por lo que es fácil integrarse en su cultura.